6/12/15

Investigación en el Preventorio de Aguas de Busot

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David Marin (Diciembre 2002)


En España son numerosos los hospitales en desuso que se han convertido en epicentro de insólitos fenómenos supuestamente paranormales.

Entre los mas conocidos, por citar tan solo unos pocos ejemplos, están el antiguo psiquiátrico de la Atalaya, ubicado en Ciudad Real, el hospital del tórax de la población catalana de Terrassa, el hospital granadino de Bertha Wihelmi, situado en pleno corazón de la sierra de la Alfaguara o el antiguo hospital de Trasmoz en Soria.

En el siguiente articulo ofrecemos por vez primera los resultados de una investigación que fue llevada a cabo en el interior de un antiguo sanatorio con fama de estar encantado el 27 de Diciembre del año 2002. En el transcurso de dicha investigación fuimos testigos de numerosos sucesos sin explicación.

Rumbo al antiguo hospital

Nuestro primer encuentro con el misterio nos iba a llevar hasta un lugar peculiar de la geografía española escenario de aterradores fenómenos paranormales. El antiguo preventorio nacional de tuberculosos de la localidad alicantina de Aguas de Busot. Un enclave donde se contaban historias para todos los gustos.

Visiones fantasmales de una dama blanca, llantos de niños, objetos que repentinamente se mueven solos, sombras errantes en mitad de la oscura noche… todo un surtido de misteriosos acontecimientos que me hacían presagiar que en el interior de aquellas añejas paredes ocurría algo fuera de lo común.

Sin pensárnoslo dos veces, mi inseparable compañera Cristina Jiménez y un servidor ávido de emociones fuertes, cargamos los accesorios que íbamos a emplear en nuestra compleja labor en el reducido maletero del coche y emprendimos rumbo a nuestro particular destino.

Tras más de media hora de subida por las estrechas carreteras que conducen a las faldas del monte Cabezón de Oro un envejecido cartel clavado al borde del asfalto nos indicaba que estábamos llegando al final de nuestro fatigado trayecto. Un tétrico edificio de 3 plantas de altura nos daba la cordial bienvenida… o mejor dicho nos invitaba a pernoctar en el interior de su fantasmagórica estructura de hormigón. Una estela de frió nos recorrió las vértebras del cuerpo en ese preciso instante.

Los antecedentes del edificio

En sus días de esplendor el colosal edificio que se alzaba frente a nosotros fue un glamoroso balneario de aguas termales frecuentado habitualmente por las personas mas aristocráticas e influyentes de la época.

Bautizado con el genuino nombre de Hotel Miramar este emblemático edificio construido bajo los restos de unas termas romanas en 1816 por la Marquesa de Torrellano mantuvo sus puertas abiertas hasta el año 1936. En dicha fecha el estado compró el edificio y lo convirtió en un hospital infantil destinado exclusivamente para la prevención de la tuberculosis.

Tras finalizar la guerra civil española el sanatorio dejó de funcionar quedando completamente abandonado, siendo un lugar tranquilo y silencioso roto tan solo por el balar de las ovejas de algún pastor vecino de la pequeña comarca.

Con el paso de los años la mano del hombre acabo por deteriorar el estado del edificio dándole un aspecto lamentable. La sustracción de baldosas, ventanas, puertas y muebles fue un acto cotidiano para los aprensibles ladrones que se dedicaban a comercializar con los objetos robados en un mercado antiguo de segunda mano.

Finalmente el preventorio pasó a manos de la empresa Prognosis en 1989 con la intención de rehabilitarlo. Sin embargo las obras de modificación nunca comenzaron y el edificio se convirtió en un hogar de transeúntes, vagabundos, okupas y algún que otro grupo de adolescentes que se reunían para iniciar su particular ritual de fin de semana: “el popular botellón”, desgraciadamente el edificio también sufrió la incomoda visita de gamberros que se divertían de la manera mas estupida e incomprensible… destrozando todo a su paso.

Un fantasma fotogénico

La fama del antiguo preventorio salto a la palestra informativa tras la publicación de un artículo elaborado por el osado investigador Pedro Amorós Sogorb en la revista especializada en misterios Enigmas del Hombre y el Universo que dirigía el entrañable Jiménez del Oso en la edición correspondiente al mes de Septiembre de 2002.

En el detallaba el presidente de la sociedad española de investigaciones parapsicológicas (SEIP) como en el transcurso de un reportaje había logrado captar en su cámara digital la fotografía de lo que aparentaba ser la figura de un abad o monje franciscano. 
El propio investigador relata como consiguió la fotografía.

“Tras realizar el disparo. La imagen obtenida aparecía en la pantalla LCD que tiene la cámara digital. Cuando vimos la imagen nos dimos cuenta de que justo delante y un poco mas arriba del redactor había una formación algo extraña. Solo cuando llegamos a mi estudio y descargamos las fotografías digitales nos percatamos de algo que a todos nos puso los pelos de punta. Lo que había en la imagen captada en la escalera parecía con toda claridad la imagen de un monje como abalanzándose sobre nuestro compañero de investigación”.

La fotografía suscitó como era previsible todo tipo de conjeturas y encendidas polémicas entorno a la autenticidad de la figura captada. Varios especialistas en fotografía revisaron los resultados obtenidos por Pedro Amorós y no encontraron ninguna explicación convencional al fenómeno. 

Sin embargo Andrew Nichols, un eminente y reconocido parapsicólogo Norteamericano, que analizo la instantánea llego a la soluble conclusión de que aquella silueta fantasmagórica no correspondía a un hecho sobrenatural.

“Si se observa bien, se puede ver que la imagen de la escalera esta descolorida. Se puede doblar la imagen y queda patente que la imagen no flota. Si no que esta en las escaleras por eso estamos seguros que la imagen es fortuita se trata de una decoloración de la piedra de la escalera que si se mira de una forma especial parece un hombre con barba”.

En busca de evidencias de otra realidad

Apenas había amanecido cuando accedimos al interior del vetusto caserón. De manera eficaz realizamos un recorrido por los interminables y oscuros pasillos del preventorio con el objetivo primordial de que no se hallara ninguna persona en su interior que pudiera entorpedecer el hilo de la investigación.

Gran parte del hospital se encontraba en un estado de ruina parcial, por lo que anduvimos con mucha precaución de no sufrir ningún percance inesperado. Al comprobar que el edificio estaba completamente vació, excepto nosotros, dimos luz verde a la investigación.

Tras determinar los puntos específicos para realizar las grabaciones psicofonicas, desplazamos en numerosas habitaciones diversos magnetofones y micrófonos de alta sensibilidad para lograr captar algún registro sonoro paranormal.

Las horas fueron transcurriendo lentamente y nada parecía turbar nuestra inesperada llegada… ¿o si? No tardaríamos en comprobarlo. Cuando estábamos dando por finalizada la investigación un ruido acaparo toda nuestra atención. El sonido de unos pertinentes pasos se había originado en la planta superior.

A pesar de nuestro escepticismo, proseguimos con nuestra rutinaria labor de recoger todos los aparatos que teníamos repartido por todas las estancias del edificio. Ante nuestro asombro, volvimos a escuchar las pisadas en el piso de arriba. En esta ocasión fueron más perceptibles y audibles. Aquella escena nos desconcertó bastante, por lo que decidimos volver a registrar minuciosamente el edificio. Teníamos la certeza de que algún excursionista había decidido extraviarse de la ruta habitual para visitar la vieja instalación.

Rastreamos habitación por habitación y no encontramos a ninguna persona que fuera la causante de los misteriosos sonidos. Con todas las sensaciones acumuladas en nuestra primera visita al antiguo sanatorio decidimos abandonar el lugar. Nos montamos en el recientemente estrenado Peugeot 206 y nos perdimos en los numerosos y tortuosos caminos del idílico valle de Aguas de Busot.

Tras varios días de incertidumbre y un sinfín de hipótesis barajadas llegamos a la tangible conclusión de que todo había sido fruto de nuestra sugestión y del ambiente de misterio que desprendía el tétrico lugar… ¿o quizás no? Lo cierto es que a raíz de aquella inolvidable experiencia surgió la idea de volver a realizar otra investigación in situ.

Testigos de lo insólito

Meses después del primer viaje que realizamos al preventorio y dado los infructuosos resultados psicofonicos que obtuvimos, a pesar de que fuimos testigos en primera persona de extraños acontecimientos inexplicables, un elenco de jóvenes investigadores decidimos regresar al antiguo hospital.

Semanas antes de programar la ansiada visita al edificio que hemos hecho referencia anteriormente me puse en contacto con diversas personas que habían sido testigos de extrañas experiencias en el mítico lugar recopilando un gran numero de inquietantes historias.

Una noche Alejandro Sánchez y otros compañeros fueron hasta las dependencias del antiguo preventorio con la intención de inspeccionar la zona. La curiosidad los llevo a adentrarse en un túnel que se hallaba semioculto entre la frondosa vegetación. El propio protagonista de este curioso episodio así lo recuerda.

“Era un pasadizo estrecho en el cual no me sentía muy cómodo, en los espacios un poco justos no lo paso muy bien, estaba completamente oscuro, fuimos avanzando hasta llegar al final, donde se acababa el túnel. Encontramos un pupitre de colegio y una silla, lo que nos pareció la cosa mas extraña del mundo. Decidimos salir y al cabo de andar unos pasos nos fijamos de una luz que sale de la parte baja de una de las paredes de la cueva. Nos agachamos y había como otra galería de la cual salía una luz. Una luz que se movía, no era una luz fija”,

Otro testigo, me confeso que en compañía de unos colegas decidieron pasar una noche entre los muros de aquel desvencijado hospital con la intención de observar, si, realmente se producían fenómenos paranormales en su interior. Cual no seria su sorpresa, cuando a altas horas de la madrugada escucharon el llanto de un niño.

También tuve la oportunidad de escuchar el relato de Jesús, un chico que estuvo en una ocasión en el preventorio realizando numerosas fotografías del entorno. Al revisar las instantáneas le llamo la atención una que realizo en una de las fachadas del edificio, pues la imagen refleja la silueta inconfundible de un niño asomado en una de las ventanas.

Nuestra llegada al preventorio maldito

Aunque estábamos familiarizados ya con el lugar, el edificio nos trasmitió una sensación de incomodidad. En esta ocasión nos daba la sensación de que estábamos siendo observados constantemente por una esencia misteriosa que parecía estar aguardando nuestra ansiada llegada.

El edificio presentaba un aspecto tan desolador que el tiempo parecía haberse detenido en este sombrío lugar apartado de la mano de Dios. Alumbrados por la luz de unas pequeñas linternas cruzamos la puerta principal que daba acceso al clausurado edificio con los aparatos cualificados para la investigación.

Después de realizar por segunda vez consecutiva nuestro recorrido habitual por los demacrados y siniestros pasillos de la sobrecogedora instalación, colocamos varias grabadoras analógicas por distintas plantas del edificio y en el mas absoluto de los silencios realizamos numerosas pruebas psicofonicas.

Una repentina tormenta se genero en el exterior del edificio dando un pintoresco toque siniestro al ambiente digno de una secuencia de una película de terror. De vez en cuando podíamos escuchar estrepitosos ruidos de ventanas y puertas que se habrían y se cerraban bruscamente solas. El edificio parecía haber cobrado vida.

Las condiciones en las que se encontraba algunas zonas determinadas del preventorio invitaban a que abandonáramos la estancia… el techo se encontraba en un estado lamentable apunto de venirse abajo en cualquier instante.

Nos refugiamos dentro del automóvil y tan solo debíamos de esperar a que la meteorología mejorara de lo contrario no tendríamos otra opción que suspender la investigación y abandonar la lúgubre instalación.

Casi al mediodía ceso la intensa lluvia para dar paso a la salida de un sol tímido que se ocultaba tras unas enormes nubes negras. Al final, la espera mereció la pena. A pesar de lo tarde que era insistimos en continuar con nuestros propósitos.

Nuestro siguiente escenario para la captación de las espontáneas voces fue una desvencijada iglesia que se hallaba a escasos metros de la enorme construcción. Lo que antaño había sido un lugar sagrado hoy se había convertido en el marco ideal para llevar a cabo numerosas ceremonias de corte satánico.

El ambiente que se respiraba en el interior de la antigua capilla religiosa del antiguo hospital era desagradable. Las paredes estaban teñidas de un color ennegrecido y mugriento con numerosas pintadas que hacían referencia a símbolos ocultistas. Las que más llamaron nuestra atención fueron 666 y Aquí vive Satán.

Restos de velas negras, preservativos, algún que otro improvisado tablero ouija y una gran cantidad de botellas de alcohol adornaban todo el suelo de la capilla. El altar, o lo que quedaba de el, estaba literalmente quemado, probablemente provocado intencionadamente por algún grupo de jóvenes radicales de la zona.

Un fuerte olor nauseabundo fue el detonante para que abandonáramos la macabra estancia, no sin antes dejar, un aparato en la sacristía para registrar todo cuanto pudiera suceder en nuestra ausencia. Nos pareció una acertada elección, pues la antigua capilla constituía una caja de resonancia dado a su reducido espacio.

Por ultimo, dejamos un magnetófono con un micrófono incorporado en una de las pequeñas habitaciones de lo que fue en su día la enfermería y realizamos durante 2 o 3 minutos las definitivas pruebas psicofonicas, pues era tarde y no debíamos dejar que la noche nos cogiera en mitad del viaje, podía ser peligroso circular con el coche por las serpenteantes curvas de la sinuosa carretera.

Entrada ya la tarde, recogimos todos los accesorios empleados en la sofisticada investigación y nos marchamos del lugar con un amplio material para ser analizado minuciosamente en nuestro hogar.

Resultados de las pruebas psicofonicas

A pesar de que registramos inexplicables variaciones de temperatura en algunas determinadas zonas de la instalación así como la descarga instantánea de la batería de una de las cámaras fotográficas no sucedió nada reseñable y atípico en el tiempo que permanecimos en la vieja construcción.

Las inclusiones que obtuvimos no fueron del todo como esperábamos, pues la mayoría de las voces habían surgido con tan poca intensidad que no se podía apreciar el contenido de ellas. Otras sin embargo fueron tan nítidas que nos estremecieron.

En una de ellas, una perturbadora voz exclama ¡Auxilio!, en otra se oye una voz femenina perfectamente clara que dice Miriam, no menos sorprendente fue la psicofonia captada en el hall principal del edificio, donde una voz nos invitaba a abandonar el recinto de una manera nada respetuosa ¡Marchaos de Aquí!, en el interior de una de las habitaciones de la primera planta en la que aun se podía apreciar una pequeña cama, registramos la voz infantil de una niña que se escucha exclamar lastimosamente ¡Mamá!.

En otra de las cintas grabadas surge una voz de mujer que nos increpa directamente ¡Iros!, entremezclada con la voz de nuestra compañera de investigación Cristina Jiménez, se coló una voz de apariencia masculina que con un tono amenazante nos sugiere ¡Mataos!, sin duda alguna esta inclusión fue una de las mas escalofriantes que capturamos. A la pregunta referente ¿A un continuáis aquí, en el interior de este edificio? Una voz bastante menos audible que las anteriores, contesto Abajo.

El futuro del antiguo preventorio

En la actualidad el antiguo preventorio antituberculoso que albergo durante los duros años de la posguerra a centenares de niños, tiene sus días contados. La constructora Procumasa será la encargada de llevar a cabo la restauración de un reconfortable Hotel-Balneario, que como es lógico gozara de zonas verdes, espacios de ocio, piscinas, pistas deportivas, etc.

La fecha para la reapertura del edificio tendrá lugar en el año 2010. ¿Continuaran produciéndose fenómenos extraños tras la remodelación de su interior? Tendremos que esperar a que algún cliente o empleado del complejo de la voz de alarma.