David Marin (23/08/2006)
en el interior de la iglesia de Sainte Madeleine, un secreto que lo convirtió en un religioso inmensamente rico.
Fue durante unas obras de restauración efectuadas en la basílica donde Berenger encontró unos viejos pergaminos en el interior de un pilar que estaba hueco. Aquellas enigmáticas letras estaban en idioma Latín y Griego. Uno de los manuscritos contenía el siguiente texto:
A dagobert II roi et a Sion est ce tresor et il est la mort
Traducido a nuestro lenguaje seria:
Para Dagoberto II y para Sion es este tesoro y el esta muerto allá
¿Que revelaba aquel antiguo manuscrito que en clave de criptograma había estado durante años escondido en la columna del templo?
Nadie lo sabe. Berenger se llevo el secreto a la tumba. Pero antes de fallecer, después del hallazgo de aquellos viejos legajos, el clérigo empezó a derrochar una suma excesiva de dinero, realizando obras de presupuestos
elevados en el antiguo altar, además de construir una torre de dos plantas a la que llamo Magdala y una lujosa casa situada junto a la casa de dios a la que bautizo con el nombre de Villa Bethanie, convirtiéndose en un acaudalado personaje.
La iglesia de Santa María Magdalena fue adornada con misteriosos símbolos grabados en las paredes en modo de clave, además de una inscripción perturbadora en la entrada de la iglesia:
que quiere decir:
ESTE ES UN LUGAR TERRIBLE
Algunos de los investigadores influenciados por el misterio de Rennes sostienen una hipótesis unánime acerca del origen de la riqueza del sacerdote. El hallazgo de los pergaminos podría estar relacionado con un tesoro templario sepultado en las cercanías de la aldea o tal vez incluso puede que estuviera oculto en la antigua iglesia de Santa María Magdalena después de que el rey Felipe de Bel derrotara a la orden de los templarios en el año 1307.