6/12/15

Torrebonica: El viejo apeadero de la muerte

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Miguel Angel Segura (20/11/2007)

Historia ufológica, trágicos suicidios y fenómenos inexplicables en una vieja estación de tren


Últimamente los edificios oficiales y los hospitales abandonados se han puesto de moda, los investigadores se acercan a los lugares marcados por la tragedia para buscar respuestas sobre ese mundo desconocido al cual relacionamos todo este tipo de fenómenos inexplicables para la ciencia. No cabe duda que existe una estrecha relación entre determinados fenómenos paranormales y los lugares que arrastran muerte, dolor y sufrimiento. Quizás este sea el motivo por el cual los investigadores nos empeñemos en visitar lugares como hospitales o antiguos edificios repletos de ese extraño magnetismo, sin embargo existen otro tipo de lugares donde la tragedia también está presente, pero que pasan desapercibido por su falta de concurrencia, ya que suelen estar aislados o simplemente son zonas donde el acceso está cortado, como es el caso que nos ocupa en este artículo. 

EL LUGAR CONOCIDO POPULARMENTE POR LA UFOLOGÍA COMO EL TRAMO DE VÍA DONDE LOS UFÓLOGOS DE TERRASSA SE SUICIDARON, ES ACTUALMENTE ESCENARIO DE SUCESOS PARANORMALES Y ESTREMECEDORES SUICIDIOS


El antiguo apeadero de Torrebonica, está a pocos kilómetros de Terrasa, es conocido dentro de la Ufología y la Parapsicología por un extraño suicidio ocurrido el 20 de Junio de 1.972, donde dos ufólogos, Juan Turú Valles y José Félix Rodríguez Montero, decidieron supuestamente atentar contra su vida tumbándose en ese tramo de vía para que el tren los decapitara. Esta trama oscura no se ha llegado a esclarecer del todo, ya que existen otras teorías además del suicidio, como la posibilidad de que se tratase de un asesinato, esto se debe a que se encontraron indicios en el lugar de los hechos que parecían indicar que esa posibilidad era más que probable, sin embargo el caso se cerró catalogándose como suicidio. Años después, el director de cine Oscar Aibar, llevó a la gran pantalla esta historia truculenta con el nombre de ”platillos volantes” donde se mezcla la ufología, la política y el estado mental de unos personajes obsesionados por el tema de los ovnis. Durante Abril de este año 2007 me acerqué hasta este viejo apeadero con la intención de realizar un vídeo-reportaje de este caso junto con dos avistamientos ocurridos en Terrassa y Matadepera, el 29 de Noviembre de 1985, donde la televisión catalana TV3 consiguió grabar la imagen de un ovni encima de la Mutua de Terrassa, el cual se vio desde más de 40 kilómetros de distancia y otro el 29 de Enero de 1.969 donde horas después del avistamiento se hallaron huellas en el campo que confirmaban un posible aterrizaje. 

MANUEL VIVE EN LA CASA DEL VIEJO APEADERO DE TORREBONICA, HABIENDO SIDO TESTIGO JUNTO CON SU FAMILIA DE ESTREMECEDORES SUICIDIOS EN EL TRAMO DE VÍA QUE TIENEN A 3 METROS DE SU VENTANA.



Al llegar hasta el antiguo apeadero, actualmente fuera de servicio, nos percatamos de que la casa de la estación estaba habitada, ya que salió un señor vestido con ropa azul de trabajo, el cual se llama Manuel y pudimos entrevistar durante una hora aproximadamente, contándonos historias terroríficas que había presenciado el o su padre, ya que según nos dijo en varias ocasiones llevaba más de cuarenta años viviendo en esa casa. Manuel comenzó la entrevista diciéndonos ”palabras textuales” este es un lugar de muerte, de mucha muerte y comentándonos aquel día de Junio de 1.972 donde su padre encontró los cadáveres de Juan Turú Valles y José Félix Rodriguez Montero, incluso nos comentó que faltaba una de las cabezas la cual apareció en la estación de plaza Cataluña, en Barcelona capital, a unos 30 km de Terrassa. Manuel también nos contó los numerosos suicidios que ha presenciado en ese tramo de vía, como el de un joven el cual se tiró al tren ante sus propias narices después de conocer que su novia le había sido infiel con otro muchacho pocos días antes de la boda, o aquel señor que le dijo a dos chicas que esperaban el tren, que se iba a fumar el último puro y una vez terminó de saborear el tabaco, saltó a la vía del tren para ser arrollado por el ferrocarril. También nos comentó varios casos de personas ahorcadas que han encontrado a escasos metros de su casa, siendo él, testigo del hallazgo en más de una ocasión. Después de estremecernos con el impresionante testimonio de Manuel y haber grabado varias cintas de mini-dv para el reportaje audiovisual, llegué a mi lugar de trabajo y me dispuse a pasar las grabaciones al ordenador para comenzar con la edición. Al terminar de pasar las cintas mi rostro estaba totalmente demacrado, el desconcierto que sentía era abrumador, no podía ser, en el vídeo se habían colado voces supuestamente psicofónicas de una calidad extraordinaria, por lo que decidí retrasar la edición del reportaje y volver al lugar a realizar una investigación en busca de esclarecer este suceso. 

SUBIDAS DE MÁS DE 15º DE TEMPERATURA, ALTERACIONES EN EL CAMPO ELECTROMAGNÉTICO, SENSORES DE MOVIMIENTO QUE ALERTAN DE PRESENCIAS INVISIBLES Y UNA ESFERA DE LUZ QUE PASA DELANTE DE LA CÁMARA, TODO ESTO QUEDÓ REGISTRADO EN NUESTRA CÁMARA DE VÍDEO, ADEMÁS DE 25 PSICOFONÍAS QUE CAPTARON NUESTRAS GRABADORAS.

Fueron varios días de investigación, experimentos, análisis, pero sobre todo de sorpresas inexplicables, ya que conseguimos numerosos documentos gráficos y sonoros donde lo extraordinario se presentaba ante nosotros de forma reiterada. Nuestras grabadoras y cámaras de vídeo lo habían registrado todo, 25 psicofonías, algunas de ellas de una calidad fuera de lo común, subidas entre 11º y 16º por encima de la temperatura real en cuestión de menos de media hora, llegando a experimentar con varios aparatos en distintos lugares, siendo solo una determinada zona de este viejo apeadero, el lugar clave para estas alteraciones, punto también donde los sensores de movimientos nos alertaron en varias ocasiones de presencias invisibles, llegando en una ocasión a marcar uno de los medidores ambientales la inexplicable temperatura de 44º”, concretamente en nuestra primera investigación, donde al inicio del experimento la temperatura ambiente real y por tanto la que marcaba nuestro termómetro era de 28º, llegando a alcanzar una subida de 16º en veinticinco minutos.

En nuestro segundo experimento, la temperatura ascendió de 30º a 40º en el mismo tiempo, y en la tercera prueba realizada, que fue un calco de las dos anteriores, los grados sufrieron otra alteración inexplicable variando de 23º a 35º. Cerca de donde realizamos los experimentos hay un central eléctrica, por lo que intentado buscar el lado racional a lo sucedido pensamos que igual esto podía influir en los medidores ambientales, aunque considerábamos la idea algo descabellada, de todas formas acudimos a la carretera de Sabadell justo antes de llegar a la Mutua de Terrassa donde hay otra central eléctrica, para repetir el mismo experimento,utilizando los mismos aparatos y grabándolo nuevamente todo con nuestra cámara de vídeo. El resultado fue negativo, ya que el termómetro no registró ninguna alteración considerable, por lo que optamos por acudir a la central eléctrica que hay ubicada cerca del termino municipal de Matadepera, lugar donde repetimos el experimento sin que nuevamente se registraran alteraciones de temperatura. Además de estos extraños comportamientos en los aparatos conseguimos captar con la cámara de vídeo, una esfera luminosa que descendía ante mi en uno de los momentos en que estaba realizando unos comentarios sobre la investigación. La brújula también sufrió alteraciones en alguna ocasión, además mi compañero José Ramírez pudo escuchar varias veces un grito femenino cuando el tren pasaba por ese tramo de vía, casualmente siempre en dirección Terrassa. El testimonio de José parece tener relación con una de esas inclusiones psicofónicas registradas en este viejo apeadero ya que mientras pasaba el tren a unos escasos 5 metros de nosotros, apareció una voz en nuestra grabadora bastante clara y con el tono y timbre típico psicofónico que dice ”que ruido eh”. 

Además otra de las inclusiones registradas nos responde claramente ”ha subió” ante una de nuestras preguntas formuladas ¿que está ocurriendo con la temperatura?.

En otra ocasión registramos una voz con tono maléfico que dice ”os voy a cagar” y pasados cuatro segundos se escucha como suena uno de los sensores de movimiento que teníamos controlando la zona. 

El sensor lo escuchamos en directo, pero de la voz psicofónica no nos percatamos hasta que revisamos la grabación, donde aparece registrada junto con el posterior pitido que emitió el aparato al detectar alguna presencia, invisible ante nuestros ojos. El material audiovisual obtenido en este lugar nos muestra la extrañeza del mismo, siendo un enclave propicio para la obtención de registros psicofónicos y escondiendo entre sus viejos raíles un recuerdo trágico que se manifiesta en forma de sucesos inexplicables, donde la alteración en aparatos de medición y registro suelen ser muy frecuentes y habituales. Tampoco podemos olvidarnos de esos extraños gritos que José Ramírez aseguró haber escuchado, ya que en nuestras pesquisas posteriores descubrimos que a mediados de los años ochenta, según nos comentó un familiar de Manuel, una adolescente perdió la vida arrollada por un tren que venía en dirección Terrassa. 

EL ACCESO AL TRAMO DE VÍA DE TORREBONICA SE ENCUENTRA VALLADO Y FUERA DE SERVICIO DEBIDO A LOS TRÁGICOS SUICIDIOS, AUNQUE TODAVÍA SIGUEN PRODUCIÉNDOSE ALGUNOS, EL ÚLTIMO EN EL AÑO 2.006

Actualmente el apeadero de Torrebonica no está en funcionamiento y el motivo principal de esta causa han sido los numerosos suicidios y accidentes trágicos que se han sucedido en este tramo ferroviario desde sus inicios. El acceso a la vía se encuentra vallado por la zona Sur, lugar donde está la casa del señor Manuel, aunque por la zona de arriba se puede acceder mediante unas explanadas y un pequeño barranco, lo que influye para que todavía se sigan produciendo algunos suicidios, el último en el año 2.006, siendo testigo uno de los familiares de Manuel, que tiene la venta de su habitación justo delante del tramo de vía donde este suicida atentó contra su vida. Son muchas las personas que pasean por esa zona, ya que en mitad del bosque hay varios caminos que llevan a Terrassa y al hospital, pero nadie se acerca hasta este triste apeadero, pasando la mayoría de ellos a unos cien metros del trágico tramo de vía, donde a día de hoy sus vallas reflejan el calvario de decenas de suicidios y accidentes mortales.