25/12/15

La increíble historia de una mujer violada y fecundada por un duende


No todos los días se tienen noticias de que algún duende haya violado a una mujer. Tampoco que esta violación haya tenido lugar en su propia casa, en su cama, en medio del sueño nocturno.
Mucho menos que de esa violación haya nacido un ser que no es humano.
Pues bien, esta insólita historia puso en alerta a los residentes de la comunidad de Santa Clara, en el departamento de San Pedro, donde una mujer aseguró haber sido violada nada menos que por el “Pombero”, una criatura mítica que –presuntamente– deambula por entre las ciudades y bosques del país, aunque también se le habría visto rondando algunas regiones de Brasil y Argentina.
Rosalía Suárez, de 24 años, casada y madre de tres hijos declaró que, como consecuencia de esa violación, dio a luz una extraña criatura que falleció a las pocas horas de nacida.


La historia le helaría la sangre a cualquiera. Hacía más de un año que Rosalía, una mujer humilde de Santa Clara, se sentía perseguida por una criatura extraña, de características muy particulares y que ella no dudó en identificar como el Pombero.



Las cosas, sin embargo, fueron más allá: en reiteradas ocasiones Rosalía despertó desnuda en la cama, según reseña del diario argentino Crónica.

La lascivia del sátiro guaraní


El Pombero. ¿Quién o qué es esta criatura? ¿De dónde salió? ¿Por qué Rosalía asegura que entró en su cama, la desnudó, la poseyó y la fecundó?

Conocido en guaraní con el nombre de Cuarahú-Yara –o Dueño del Sol–, el Pombero es una criatura original del folklore paraguayo que supuestamente habita en los bosques, en casas abandonadas, en sembradíos, se desplaza de un lugar a otro durante las noches y tiene una serie de poderes o habilidades extraordinarias.

En Paraguay existen decenas de testimonios de personas que dicen haber visto a este duende: niños que se han cruzado en su camino en algún bosque, mujeres que juran haber recibido alguna visita suya, hombres que aseguran tener pruebas de la existencia de este ser al que se le reconoce entre otras cosas como un defensor a ultranza de la naturaleza.


Su aspecto físico puede resultar algo desagradable. El Pombero suele ser descrito como “un duende antropomorfo, un hombre feo, más bien bajo, fornido, retacón, de piel oscura, ojos rojos, con manos y pies velludos, cuyas pisadas no se sienten”. Otros estudiosos lo describen como un hombre andrajoso, que viste sombrero de paja, anda con una bolsa al hombro y tiene la capacidad de hacerse invisible a voluntad, de mimetizarse con lo objetos que tenga, de reducirse de tamaño, de deslizarse por espacios mínimos o estrechos –debajo de una puerta, el ojo de una cerradura–, de ser ventrílocuo, de imitar el canto de los animales y de comunicarse con ellos, bien sean víboras, ganado, loboso o aves de corral.